Cientos de niños de Primera Comunión acompañan a Jesús Nazareno en la procesión de Pascua de Pentecostés

La plaza de la Trinidad volvió a congregar a cientos de vecinos en la Pascua de Pentecostés, que se reunieron para contemplar la salida de Nuestro Padre Jesús Nazareno portado de rodillas por sus anderos.

Con los aplausos del público y la música de la Agrupación Jesús del Perdón, la imagen partía desde la Iglesia de la Santísima Trinidad para celebrar la fe de los devotos al santísimo, mientras las banderas se ondeaban en su honor a lo largo de todo el recorrido.

Una fe que también se comparte por parte de los más pequeños, en una procesión en la que participaron cientos de niños que este año han recibido a Cristo en la Primera Comunión.

Ilusión y alegría de los niños que en esta fiesta, vuelven a lucir los trajes de su Primera Comunión junto al resto de escolares de los once Centros Educativos de Alcázar de San Juan.

Acompañados por sus catequistas, los pequeños encabezaban la procesión engalanados con vestidos, diademas y cinturones de flores en el caso de las niñas, y dejando atrás los tradicionales trajes de marinero para dar paso a una indumentaria renovada y más actual entre los chicos.

Gran multitud de vecinos llenaron las calles de Alcázar en todo el recorrido, hasta llegar a uno de los momentos más emotivos de la procesión, el encuentro con el Cristo de Villajos y la Virgen de la Salud.

Es en este momento cuando los anderos y la Agrupación Musical Jesús del Perdón, crean un momento mágico y llenan de pasión el corazón de los presentes.

La dulce melodía de las trompetas, cornetas y tambores, crean una comunión perfecta con el ritmo de los anderos, que elevan la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno con sus brazos.

Un saludo prodigioso que se prolonga en el tiempo provocando el aplauso del público, y sembrando el instante de una conmovedora y emotiva devoción entre los alcazareños.

Tras recorrer las céntricas calles de la localidad, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado daba por finalizadas las Fiestas de Pascua con el regreso de la venerada imagen hasta el templo parroquial de la Santísima Trinidad.