La Venta de Borondo, en el Parque de la Tirolina

Los usuarios del Centro Ocupacional ‘Azuer’ han elaborado un mural de azulejos con la imagen de este Bien de Interés Cultural que adorna uno de los muros del parque. Para su realización, se ha utilizado la técnica denominada ‘trencadís’. La iniciativa surgió de la AC ‘Venta de Borondo y Patrimonio Manchego’, a través de los presupuestos participativos.

La Venta de Borondo tiene un nuevo rincón en la localidad gracias a los usuarios del Centro Ocupacional ‘Azuer’. Ellos han sido los que han elaborado el gran mural de azulejos, de ocho metros de largo por tres de alto, que adorna el Parque de la Tirolina con una imagen, en forma de mosaico, de esta edificación catalogada como Bien de Interés Cultural. Su directora, Ángela Doménech, explicaba que esta iniciativa surgió de la AC ‘Venta de Borondo y Patrimonio Manchego’, que la propuso a través de los presupuestos participativos. La concejalía de Servicios Sociales, a su vez, recogía el guante, proponiendo al Centro Azuer su elaboración.

Para ello, según indicaba Doménech, el diseño se realizó en primer lugar en papel, a tamaño real. Una vez terminado el modelo, que permanece expuesto en el salón de usos múltiples del centro, se procedió a trasladarlo a uno de los muros del parque. Se utilizó la técnica denominada ‘trencadís’, que ya utilizara Gaudí en el parque Güell, en Barcelona.

La directora de mostraba “muy orgullosa” del resultado de un trabajo que se ha prolongado durante varias semanas y en el que han participado “todos los usuarios en la medida de sus capacidades”. El alcalde, Leopoldo Sierra, ha visitado este viernes el mural, valorando la iniciativa en la medida en que contribuye a impulsar el conocimiento de la venta en la localidad y su situación. En este sentido, Sierra expresó su deseo de que la edificación pase a ser de titularidad pública próximamente para poder invertir, poco a poco, en su restauración.

Así mismo, manifestó su agradecimiento al trabajo elaborado por los profesionales y usuarios del centro, de los que alabó su “capacidad de trabajo y creación”, así como a la concejalía de Obras, por su colaboración en el proyecto. Por último, el alcalde solicitaba “respeto y cuidado” para la conservación del mural.