Las Hermandades de los ferroviarios y Jesús caído completan un año más su jueves de pasión en Alcázar de San Juan

La Hermandad Ferroviaria de Jesús Orando en el Huerto tomaba posesión de las calles en la tarde de Jueves Santo desde su salida del templo la Santísima Trinidad. Sus nazarenos, ataviados con la túnica verde y capa blanca ponían la nota de color antes del anochecer con su paso tradicional, totalmente restaurado este año por el imaginero alcazareño Pedro Huertas.

Esta cofradía tiene su origen en el año 1945, por el gran arraigo que el ferrocarril ha tenido en esta localidad y por la cual un grupo de trabajadores decidieron su creación, incorporándose a la Semana Santa en 1954 estrenando su paso procesional.

La relación de la Semana Santa con su gente es lo más importante a la hora de transmitir el sentimiento de sus pasos procesionales.

El paso es de estilo neobarroco y representa el misterio de la oración de Jesús en el Huerto, obra del valenciano José Rabasa.

Cae la noche y la procesión pasa por delante de San Francisco donde aguardan Jesús Caído, la Verónica y Nuestra Señora de los Dolores que tomarán el relevo en las calles.

Una parte primordial en cada uno de los pasos que podemos ver por las calles durante la Semana Santa, son las flores que engalanan los tronos con adornos florares acordes a la necesidad y predilección de cada hermandad.

Tras la oración, en perfecta fusión con la caída de la noche toma el relevo saliendo desde la iglesia de San Francisco.

La cofradía tiene su origen allá por el año 1954. Mucho más numerosa que su predecesora, cuenta con un número cercano a los 400 penitentes de morado cardenal y capa blanca.

Un primer paso de misterio que representa a Jesús camino del Calvario formado por cinco imágenes, Jesús Caído con la cruz, la Verónica, el cirineo y dos soldados romanos.

Influenciado por la escultura castellana, es portado en un paso tallado en estilo barroco. En el año 1988 la cofradía de Jesús Caído y la Verónica se fusiona con la de Nuestra Señora de los Dolores, congregación que tiene sus orígenes en el siglo XVll.

Acompañada por marchas solemnes, la procesión discurre por las oscuras y tranquilas calles de Alcázar.

La imagen de Nuestra Señora de los Dolores es una escultura anónima de principios del siglo XX. Procesionada también en la noche del viernes de Dolores, es portada en un paso por 30 costaleros con palio de terciopelo granate y bordado en seda y oro con orfebrería de Ramón Orovio.