LA HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESUS DEL PERDÓN Y MARIA SANTISIMA DE LA SALUD REALIZA SU ESTACIÓN DE PENITENCIA EN EL XX ANIVERSARIO DE SU FUNDACIÓN

 

Creada en el año 1998, llegó con la ilusión e iniciativa de unos jóvenes de Alcázar de San Juan cuyo sueño era tener su propia cofradía de penitencia.

El 8 de diciembre del año 1997 fue bendecida la imagen original de su Virgen en la capilla del convento de las Hermanas de la Cruz.

Tres años después de su consolidación como Hermandad y tras perfilar los estatutos de la misma, es aprobada por el Obispado de Ciudad Real en el año 2000, procesionando por primera vez en el año 2001. No es hasta el 2004 cuando se incorporaría la imagen de Jesús del Perdón.

Intentamos que la gente pueda creer un poco más acercándose a lo que nosotros sentimos al hacer nuestra procesión.

En torno a 70 costaleros entre los dos pasos se reparten el peso de las dos tallas y se preparan física y espiritualmente momentos antes de dar inicio a su estación de penitencia. Atrás quedan los ensayos en los que se han ido curtiendo durante buena parte del año.

La agrupación musical Jesús del Perdón lleva en volandas el paso que lleva su nombre y es la más especial para ellos de las cuatro que acompañan en la localidad

Los penitentes portan capuz rojo burdeos, túnica y botonadura blanca con 33 botones en clara consonancia con la edad en la que fue crucificado Jesucristo.

Acompañan de cerca a las dos imágenes, ambas obras realizadas por el escultor Antonio Martínez. Nuestro Padre Jesús del Perdón representa al nazareno cargando la cruz de los pecados del mundo, por su parte María Santísima de la Salud lleva un paso de palio con orfebrería de Ramón Orobio y con la imágen de Sor Ángela de La Cruz.

Una de las paradas obligadas tiene lugar ante el Cristo de Villajos parada en la cual tanto Nuestro Padre Jesús del Perdón primero como María Santísima de la Salud después veneran y reverencian su paso ante la pequeña capilla.

Cae la noche en Alcázar mientras se cierra este Domingo de Ramos. El recorrido se completa por las calles en una de las mayores muestras de fe de su comunidad.