El pueblo de Alcázar despide su Semana Santa con el Cristo resucitado y Nuestra Señora de la Soledad

El Señor Resucitado y Nuestra Señora de la Soledad tomaban la plaza de Santa María la Mayor en un encuentro que enmarcaban la ultima procesión de la Semana Santa alcazareña.

La Hermandad del Santo Sepulcro y Damas de Nuestra Señora de la Soledad sacaban sus dos pasos a las calles en un día soleado que nada tenía que ver con el de hace dos, el tiempo les privaba de poder procesionar. Las ovaciones se sucedían cuando los niños cofrades hacen sonar sus campanas en señal de gloria mientras los costaleros bailan las imágenes para regocijo del pueblo. Es en ese momento cuando los nazarenos se descubren el rostro quitándose el capuz e iniciando el recorrido con la alegría en sus caras.

La imagen de Cristo Resucitado es obra del escultor sevillano Augusto Morilla del año 2007 portado por 30 costaleros en un paso de madera tallado por el también sevillano Pedro Benítez.

Hay documentación del siglo XVlll que ya habla de la procesión del resucitado en Alcázar.

Son puntos álgidos de la procesión el paso de ésta por el convento de las Hermanas de la Cruz donde las monjas de Sor Ángela ofrecen sus cánticos a Jesús y la Virgen.

También el paso por la plaza del Altozano en la que el coro de San Francisco le canta a las dos imágenes.

Una parada obligatoria tiene lugar ante el Cristo de Villajos donde acompañado la agrupación musical Cristo de la Elevación de Campo de Criptana marcha tras el paso de Cristo Resucitado.

Tras él la Asociación Banda de Música de Alcázar de San Juan camina tras Nuestra Señora de La Soledad mientras ésta se acerca a la pequeña capilla para rendir también homenaje.

Nuestra Señora de la Soledad es obra también de Augusto Morilla y data del año 1993. Portada por 30 costaleros procesiona con palio de terciopelo granate, con orfebrería de plata y respiraderos del s. XIX.