CCOO condena el “acoso” a sus delegados y delegadas en el Ayuntamiento de Campo de Criptana

CCOO-FSC de Ciudad Real denuncia el “acoso” al que está sometiendo el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Campo de Criptana a sus delegados y delegadas, donde el sindicato tiene la mayoría absoluta tanto en el comité de empresa del Personal Laboral como en la Mesa General de negociación

Sociedad 27 de mayo de 2021

“El gobierno municipal del PSOE no solo trata de apoyarse en sindicatos minoritarios para eludir el diálogo y la negociación con quien la mayoría necesaria para llegar a acuerdos válidos y aplicables; sino que además tiene en el punto de mira al presidente, al ex presidente, al secretario y a otros representantes de CCOO en el comité de empresa”, denuncia Alfonso Tercero, responsable de Acción Sindical de CCOO-FSC CLM.

“No engañamos a nadie si confesamos que CCOO acogió con cierta ilusión el cambio de gobierno municipal que se produjo en Campo de Criptana el 26 de mayo de 2019, cuando el PSOE obtuvo la mayoría absoluta, 3.829 votos y nueve concejales. Esperanzados y confiados en un cambio en política de personal que permitiera avanzar en la solución del problema más grave que tiene este ayuntamiento: una precariedad laboral que supera el 60 por 100. Creímos también que con un gobierno progresista sería más fácil reducir la alta tasa de temporalidad en el empleo del ayuntamiento; pero los hechos han sido y están siendo todo lo contrario”, señala por su parte Merche Romero, responsable de la sección sindical de CCOO-FSC en el Ayuntamiento de Campo de Criptana.

“Tras las elecciones sindicales en 2020, que dieron como resultado una amplia mayoría de CCOO en las Mesas de Negociación fundamentales, el equipo de gobierno se ha dedicado a intentar desestabilizar y destruir esa mayoría”, lamenta Romero.

CCOO pone la atención sobre servicios municipales como Turismo, la Escuela de Música o el Conserje de Policía, donde se encuentran delegados y delegadas de este sindicato, acusando al equipo de Gobierno de “precarizar” su trabajo o “tratar de extinguir” sus puestos; en ocasiones con cambios estructurales en materia de personal.

“Nuestra percepción es que han errado gravemente la política de personal. Han confundido los tiempos y pretenden gobernar las relaciones laborales y aplicar políticas de personal del siglo XIX en pleno siglo XXI. Sin diálogo social con los representantes de los trabajadores legitimados en las urnas no hay negociación; y sin negociación no hay acuerdo, solo imposición y conflicto”, apunta Alfonso Tercero.