El Centro de Mayores de Alcázar de San Juan combate el aislamiento y la soledad manteniendo activos a sus usuarios cuando se cumple un año del cierre de las instalaciones

Un cambio de hábitos y de la dinámica de vida es uno de los principales problemas a los que se han enfrentado los mayores alcazareños tras el cierre temporal del Centro de Mayores

Sociedad 7 de febrero de 2021

Casi un año con las puertas cerradas

El espacio y punto de encuentro con amigos y conocidos del Centro de Mayores lleva con sus puertas cerradas desde el pasado mes de marzo cuando se decretara el Estado de Alarma y los Mayores se convirtieran en uno de los sectores más protegidos del país. Con las salidas restringidas al máximo y un confinamiento casi autoimpuesto, este espacio de desarrollo, aprendizaje e interacción se ha visto frustrado de su tradicional alegría diaria.

Servicio de peluquería, podología, una partida a las cartas o un billar, todas las instalaciones se encuentran cerradas a la espera de un tiempo mejor para los nuestros, aquellos que han demostrado ser un pilar en la sociedad actual con un comportamiento tan responsable. Y la responsabilidad y el miedo han sido tan grandes que han derivado en aislamiento y soledad, en muchos casos.

Este cierre no solo trae consigo la ruptura de las rutinas, el desasosiego o el aislamiento sino que viene acompañado de un desarrollo cognitivo disfuncional. Nuestros mayores, siempre tan participativos e implicados en cada actividad que se pone en marcha en el Centro, no han podido realizar la programación de manera habitual, pero desde la entidad alcazareña no se han quedado con los brazos cruzados.

Adaptándose a las nuevas circunstancias, rompiendo la brecha digital

Localización, contacto y seguimiento, fue el primer procedimiento que se llevó a cabo con los usuarios “Todas las actividades que llevamos a cabo en el Centro de Mayores van encaminadas al bienestar de nuestros mayores y a mantener al máximo sus capacidades cognitivas, físicas, emocionales y sociales”, destaca Olga Rivas, directora del Centro de Alcázar de San Juan, que apunta que el cierre, “está generando un aumento del proceso de envejecimiento y unas mayores dificultades de su autonomía personal”.

No olvidemos que la adaptación de la situación a través de recursos telemáticos y online se dificulta por la brecha digital que existe con los Mayores, sin embargo, este escollo fue superado trabajando el doble, como recuerda la directora, tanto por parte de los trabajadores del Centro como de las familias que han facilitado la instalación de aplicaciones y plataformas para acabar con la soledad y el aislamiento.

Este cierre ha afectado a unos 3.800 socios que venían haciendo uso de las instalaciones, servicios o recursos que ofrecía el Centro. Estas circunstancias han tenido como consecuencia más clara el aislamiento y el sentimiento de soledad entre los mayores, unos efectos que pueden derivar en depresión, fobias y miedos, así como un aumento en el deterioro del proceso de envejecimiento y aumento en los problemas de dependencia.

Sin embargo, esas ganas incansables de seguir disfrutando y aprendiendo a cualquier edad, llevaron a la práctica de gimnasia adaptada, tai chi y aeróbic siguiendo los métodos online. Memoria activa, Bienestar personal, Lectura o los grupos de teatro y guitarra también han seguido en marcha a través de los vídeos que se han ido incorporando al canal de YouTube.

Con publicaciones diarias, la cuenta de la red social Facebook del Centro de Día de Mayores de Alcázar de San Juan se ha llenado de comentarios, sugerencias, actividades y muchas ideas con las que seguir activos e imparables.

El Centro de Mayores, una segunda casa para muchos

Considerado por muchos como una segunda casa, la disrupción de la rutina ha sido uno de los grandes problemas. Mercedes Criado, trabajadora social en el Centro alcazareño, y Rivas, la directora, recuerdan con cariño cómo de vez en cuando, los Mayores se acercan hasta la puerta para saludarlas en conmemoración de un tiempo mejor.

Los mejores consejos para afrontar estos meses tan duros son claros, tener una actitud positiva, intentar sacar lo más bonito de los gestos más pequeños y no caer en la sobre-información.