La Diputación pone en marcha en Campo de Criptana el proyecto ‘Stolpersteine’, para recuperar la memoria de las víctimas del nazismo de la provincia de Ciudad Real 

Ángel Sepúlveda Beamud y Marino Sánchez Ortiz, ambos asesinados en el campo de concentración de Mauthausen y vecinos de Campo de Criptana, han sido los dos primeros nombres rescatados del olvido en la provincia de Ciudad Real, coincidiendo con que este jueves, 27 de enero, se celebra el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto

Sociedad 26 de enero de 2022

Campo de Criptana ha sido la localidad elegida para poner en marcha el proyecto ‘Stolpersteine’ (adoquín en alemán). Y es que en eso consiste esta acción de recuperación de la memoria histórica, en colocar un adoquín dorado conmemorativo, con los nombres de las personas asesinadas por los nazis durante la II Guerra Mundial, en los lugares donde vivieron.

Un proyecto europeo, de la mano del artista Gunter Demnig, al que se suma la provincia de Ciudad Real, a través de la investigación de Mapas de Memoria y la UNED.

En total, se colocarán más de 75.000 adoquines en más de 20 países, convirtiéndose en el monumento conmemorativo más grande del mundo.

En la provincia de Ciudad Real se colocarán 25 adoquines, con 25 nombres, en diferentes localidades.

Campo de Criptana ha sido la primera, por lo que su alcalde, Santiago Lázaro, se mostró agradecido. “Recordando a Ángel Sepúlveda Beamud y a Marino Sánchez Ortiz, además de a Wenceslao Fernández -vecino de Arenales de San Gregorio que entonces pertenecía a Campo de Criptana- estamos haciendo un acto de justicia que, no sólo sirve para dar cierto consuelo a sus familias, también para enseñar a las generaciones de hoy el legado que dejaron estos hombres, que lucharon por la democracia y la libertad”, dijo el alcalde criptanense.

Por su parte, el presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, destacó que es obligación de las Instituciones Públicas preservar la memoria “de las personas que murieron por defender los principios y valores que hoy nos permiten vivir en paz y en libertad”.

En la provincia de Ciudad Real fueron un total de 150 personas torturadas en los campos de concentración de la Alemania nazi, de los que 104 fueron asesinados. Muchos de ellos, sin que sus familiares tuvieran nunca noticias de lo ocurrido.

“Nadie muere mientras no se le olvida”, dijo Caballero, como reflejo del objetivo de la instalación simbólica de estos adoquines, junto con hacer pedagogía y que el horror, la tortura y el exterminio que ocurrió en aquellos campos de concentración nazis, no vuelva a repetirse.

En el acto estuvieron presentes los familiares de los tres hombres de Campo de Criptana y Arenales de San Gregorio que, entre 1941 y 1.942, fueron torturados y exterminados en Mauthausen. 

Stolpersteine en Campo de Criptana