Zapatos rojos que identifican a cada víctima de violencia de género inundan las calles de Alcázar de San Juan en el Día Internacional Contra las Violencias Machistas

Y como cada 25 de noviembre se reitera una vez más la clásica y por ello aun más dolorosa, conmemoración del fin de la Violencia de Género, que desde el año 2003, ha sesgado las vidas de 1.071 mujeres

Sociedad 25 de noviembre de 2020

Este año no se podrá salir a celebrar la ya mítica Manifestación contra la Violencia de Género que cada 25 de noviembre organiza la Asamblea Feminista 7N de Alcázar de San Juan. Pero estas circunstancias extraordinarias que nos obligan a evitar las reuniones masivas y aglomeraciones de personas no se traduce en silencio, más bien en un grito internacional.

Castigo, lacra, mal, problemática, puede adquirir muchos calificativos pero el concepto está claro, falta de libertad, posesión, asesinato. Y es que en estos primeros once meses de un año fatídico en el ámbito de la salud, a las víctimas del coronavirus hay que sumarle otras más dolorosas, la de las 41 muertes de mujeres registradas a manos de sus parejas, de esa persona que un día le hizo creer que la amaba.

Un día de concienciación y sensibilización que pretende sembrar luz en terreno pedregoso, reivindicar el final de un maltrato eterno que no cesa nunca.

Zapatos rojos contra la Violencia de Género

La representación de los zapatos rojos que durante estos días se podrán observar en algunos establecimientos comerciales y algunos de los puntos emblemáticos más transitados de la ciudad, nace de la mano de la artista mexicana Elina Chauvet que se inspiró en la muerte de su hermana a manos de su marido, llegando a crear una de las obras más atrayentes de la feria de arte contemporáneo Arte Espacio de Buenos Aires.

Una iniciativa que recorre el mundo desde el año 2009 pintando zapatos de rojo como símbolo de la lucha contra la violencia de género, y a la que la Asamblea 7N se ha unido en una performance promovida a nivel regional a través de las Redes Sociales.

Como señala una de las integrantes de la Asamblea alcazareña, Melody Rincón, “hemos utilizado los sitios más frecuentados de Alcázar como la Castelar o el monumento a El Quijote y Sancho Panza para dejar zapatos rojos, y hemos pedido a los establecimientos comerciales que los pusieran en sus escaparates para concienciar a la gente”. Un gesto que ha contado con gran acogida en el sector y que ha sido puesto en valor desde la Asamblea 7N.

Además, y como ha recordado Rincón, estos zapatos se acompañan de una etiqueta que los identifica con cada mujer o niño asesinado, hecho que viene a sensibilizar a la población con datos de víctimas de todas las edades y asesinadas de distintas maneras. Un medio, como indica la integrante, de que “no se nos olvide ya que los medios de comunicación los van lanzando día tras día y se convierten en un dato más. No es así, queremos recordar lo cruel y lo horrible que es”.

Con la campaña de exposición de estos zapatos rojos que se ha coordinado a nivel regional, se demostrará la unión de las distintas asociaciones que se han unido a una corriente de carácter mundial utilizando, como incide Inés Carrascosa, “en utilizar las redes sociales como si fuera nuestra calle y nuestra manera de reivindicarnos este año”.

Reubicación del Monumento a las Víctimas de Violencia de Género

Especialmente emotiva en un año tan diferente y tan brutal, ha subrayado la integrante de la Asamblea alcazareña, será la ofrenda floral que tendrá lugar a las 18:00 horas en el monumento a las víctimas de violencia de género que recientemente se ha reubicado desde la calle Emilio Castelar donde “pasaba desapercibido” a una zona como la palmera instalada en los aledaños de la Piscina Municipal, donde puede recibir más visitas en un espacio amplio y transitado en la ciudad.