Taxi’, doble función, lleno absoluto y extra de carcajadas en el Auditorio de Alcázar

Con doble parada en Alcázar de San Juan y ante una máxima expectación, se ha estrenado en el Auditorio Municipal la obra de teatro ‘Taxi’. Una comedia de enredo al más puro estilo vodevil que provoca las sonoras carcajadas de los espectadores durante la hora y media que dura la función.

Josema Yuste y Sergio Fernández ‘El Monaguillo’, hablaron de la función antes de su estreno oficial en Alcázar de San Juan en una divertida entrevista.

Los matamos, están achicharrados de reírse desde el principio, yo no he visto otra cosa igual. Le pregunto a Josema que lleva desde antes de los estancos, y él me dice que cree que es la comedia que ha hecho que más se ríe la gente. A veces me pregunto, seremos tan graciosos o han venido todos mis padres.

El entramado es el siguiente: Quién no ha tenido una doble vida. Esto es una doble vida de un señor que está casado con dos mujeres pero está profundamente enamorada de las dos. La vida es muy fácil para él en principio pero ocurre algo en su vida y a partir de ahí su fiel escudero, va a ayudarle para que no le pillen… Cuenta Yuste.

La réplica de Monaguillo no se hace esperar, “voy a hacer todo lo posible para no ayudarle, yo le intento ayudar pero soy una persona muy complicada, muy caótica. Estamos entre dos casas porque el escenario tiene dos ambientes y ahí va a transcurrir todo. Tenemos dos personajes más, Javier Losan y Santiago Urrialde que son policías, que también irán detrás de él investigando, y yo me meteré por medio para intentar que no ocurra un final desastroso y el final no lo podemos contar, esto es como ‘El sexto sentido’, se pierde la magia”.

Josema Yuste, El Monaguillo, Santiago Urrialde, Esther del Prado, Maribel Lara y Javier Losán, conforman el reparto de actores de esta comedia que lleva de gira por las principales ciudades de España desde el día de su estreno el 15 de septiembre de 2016.

El reparto es muy importante, una comedia si no tiene un gran reparto no sale para adelante. Creo que el reparto de Taxi ahora es el mejor que ha habido nunca, el mejor, lo digo sinceramente, no quiero decir que los anteriores sean malos sino que este es el mejor, sencillamente. Creo que nos hemos juntado un grupo de actores que nos compenetramos muy bien, nos llevamos muy bien, hay muy buen ambiente en la compañía y esto hace que la obra fluya y surja muy divertida”, reconocía Yuste.

Cuando hay buen rollo y buena sintonía, la comedia fluye. Yo estoy muy contengo y soy un privilegiado por estar con él, y creo que hemos hecho un tándem muy bueno, nos divertimos juntos. Sale cuando te ríes de verdad con una persona, y la gente lo ve y al final, respetando la función que tiene un engranaje que hay que respetar para que funcione como tal, nosotros tb tenemos nuestros momentos y hemos hecho un tándem muy divertido, y la gente se sorprende bastante. Y luego estamos rodeados de unos actores geniales que hacen que la función sea más creíble aún dentro de la locura que es”, manifestaba Monaguillo.

Una situación reiterada a lo largo de su gira ha sido la de ver cómo el público se levanta en aplausos al final de la obra. “Últimamente en la temporada en Madrid que hemos estado, el último día el teatro se puso en pie, creo que es porque nosotros nos implicamos bastante, no tenemos que tener falsa humildad. La entrega es máxima, nosotros terminamos chorreando, y eso al final la gente lo valora, y aunque sea una comedia de risa, la gente se ha dejado la vida para hacerte reír y la gente te lo agradece y se pone en pie. Yo lo veo bien, lo haría si un espectáculo me lo da todo”, decía el actor.

Se trata de una obra que se actualiza con nuevos gags y chistes cada temporada, “la comedia está viva. Josema siempre le da un repaso cuando acaba la temporada, la aligera porque nosotros también la vamos hinchando con nuestras tonterías”.

Es que los matamos, están achicharrados de reírse desde el principio, yo no he visto otra cosa igual. Le pregunto a Josema que lleva desde antes de los estancos, y él me dice que cree que es la comedia que ha hecho que más se ríe la gente. A veces me pregunto, seremos tan graciosos o han venido todos mis padres”, señalaba Monaguillo entre risas.

Una adaptación de la clásica obra de Ray Cooney, con una gran escenografía en la que confluyen dos espacios diferentes representando dos pisos, dos mundos, dos parejas, pero con un elemento en común, el sofá. Un sofá que convive en ambos universos paralelos que el personaje de Yuste tanto insiste en mantener separados.

Una obra hilarante que no deja indiferente al espectador y con un Josema Yuste que, además de actor y productor de la obra, se estrena en las labores como director. Para la adaptación de esta comedia de 1983, ha contado con la ayuda de Alberto Papa-Fragomén en un proyecto ideal por experiencia y garantía de éxito.

Yuste ha calificado su experiencia como director como “muy buena, una vez que cumplí los 60, me dije a mí mismo, creo que es el momento que puedo hacer algo por mí mismo y algo en lo que no tenga un jefe por encima, que yo decida todo, donde si me equivoco, me equivoco yo, y si acierto lo mismo. Al final es muy cómodo trabajar sin jefe y aparte creo que tenía la experiencia suficiente para poder reorganizar un guión y dirigir una comedia. Con la gran ayuda de Piwie, buen amigo y guionista, al final he hecho lo que yo he querido, porque para eso pago”.

Para uno de sus actores de reparto desde hace dos años, “es un privilegio, con él he aprendido mucho, he entendido un poco más cómo funciona la comedia, el mecanismo. Yo venía de no parar de hablar y al final en el teatro muchas veces los silencios y las pausas son muy divertidas. Este es un señor con el que se aprende diariamente, como director, yo he seguido siempre a rajatabla todo lo que me ha dicho pero no porque yo sea muy sumiso, sino porque todo lo que él te dice, funciona, es difícil que se equivoque”.

Treinta y cinco años de éxitos para ‘Taxi’ que Yuste ha sabido mantener creando gags adaptados a nuestro entorno, llevando los personajes al límite y aportando toques surrealistas a una obra en la que hasta a los actores les cuesta controlar la risa.