Roscón de Reyes

En este mes de enero hay un dulce que no puede faltar en nuestras casas: el roscón de reyes. Un riquísimo bollo que esconde en su interior una figurita de navidad, significante de buena suerte, y un haba, que quien la encuentre, como marca la tradición, tendrá que pagar el roscón.

Este dulce recibe otros nombres en diferentes países. Por ejemplo, en México se denomina “Rosca de Reyes”, y en lugar de la figura de navidad y el haba esconden una o varias figuritas que representan al Niño Jesús. Aquel que la encuentre se convertirá en el padrino del Niño Jesús e invitará a todos a chocolate o a platos típicos mexicanos como ‘tamales’ o ‘atole’ el día 2 de febrero, Día de la Candelaria.

¿Sabías que la expresión ‘tontolaba’ está vinculada a este bollo? En la antigüedad, a quien le tocaba el haba, era el malaventurado, y todos se reían de esa persona llamándole “el tonto del haba”, que derivó a “tontolaba”.

Preparación

Lo primero a realizar es el mezclado de ingredientes del fermento. Se mezcla todo de forma homogénea y se deja a temperatura ambiente 8 horas o hasta 2 días en la nevera hasta que se use. El fermento tiene que ser como una esponja, habiendo doblado su tamaño y llena de aire interno.

Inicio del roscón

Mezclamos todos los ingredientes y dejamos una mezcla más o menos homogénea. Esto ayudará a hidratar bien la harina facilitando la formación del gluten. Amasamos durante unos 5 minutos de forma enérgica y constante. Ayúdate de los reposos. Puedes amasar 2-3 minutos y reposar 5-10 minutos repitiendo esto 3 veces. El reposo relaja la masa y se rehidrata formando el gluten de igual manera. Gracias al gluten se podrá formar una masa esponjosa reteniendo los gases producidos por la fermentación.

Una vez amasado, fermentamos 3 horas a temperatura ambiente en un bol. El tiempo es relativo, ya que dependiendo de la temperatura que haga fermentará más o menos rápido. Otro indicio de que la masa está lista es ver que ha triplicado el volumen, pero no debe fermentar más, ya que la masa se puede pasar y luego se desgarrará al formarla. Después, hay que desgasificar la masa y dividirla si fuera necesario. Formamos una bola y dejamos reposar 15-30 min.

A continuación hacemos un agujero en el centro y vamos agrandándolo con las manos hasta formar el diámetro deseado. Puedes ayudarte de una poca de harina para que no se te pegue a las manos. Dejamos reposar tapado a temperatura ambiente hasta que doble o triplique su volumen. Pincelamos con huevo y leche batidos al principio y antes de hornear. La masa debe de estar muy esponjosa, pero manteniendo la estructura.

Puedes ayudarte del horno precalentándolo unos grados, apagándolo y añadiendo un cazo con agua hirviendo y metiendo la masa para que fermente de forma más controlada. No superar los 30⁰C.

Precalentamos el horno a 180⁰C y horneamos durante 20-25 minutos.