La vid avanza sana y con cierto retraso en DO La Mancha

Los primeros muestreos técnicos reflejan una demora de quince días en la maduración con respecto a la cosecha del año pasado

Prácticamente cerrada la liquidación de existencias de vino de la cosecha anterior, la tranquilidad es ahora plena para las bodegas manchegas en espera del inicio de la vendimia, que a juzgar por los muestreos técnicos de campo, podría iniciarse con un retraso relativo de varias semanas con respecto a la campaña anterior en las primeras variedades.

Algo que “forma parte de la normalidad”, como sostiene Julián García, gerente en Vinícola de Villarrobledo, aunque no hay todavía indicios del envero en los racimos  “la formación del grano en los racimos está siendo muy buena con buenas condiciones de agua para la planta”.

De momento, como afirma el Presidente del Consejo Regulador Denominación de Origen La Mancha, Carlos David Bonilla, el estado sanitario de la vid es excelente y “con un gran potencial”,  ya que parece que no se han desarrollo  enfermedades criptogámicas motivadas por un exceso de humedad en el cultivo. También son reseñables las temperaturas benignas en las semanas centrales del verano, que junto a los  aportes adecuados y positivos en precipitaciones recibidos durante la pasada primavera ha permitido un cernido de la uva adecuado y progresivo.

Afortunadamente,  a diferencia de otros lugares del viñedo peninsular, las inclemencias de la meteorología no están siendo determinantes en La Mancha. Salvo en puntos muy localizados, de momento, las fuertes tormentas en forma de granizo no han castigado la producción y todo hace apuntar, en espera del desarrollo del resto del periodo estival, que será una cosecha “normal” en cantidades.

Previsiblemente, en la segunda semana de agosto se recogerán las primeras variedades de ciclo de maduración más corto como la blanca chardonnay, la moscatel de grano menudo o verdejo; todas ellas bien adaptadas al viñedo manchego en las últimas décadas.