Omar Montes se gana al público del Festival de Colores de Daimiel

Con una versión acuática, el conocido Festival de Colores volvió a meterse al público, esta vez de perfil más juvenil, en el bolsillo. Omar Montes puso el broche de oro y los 2.000 asistentes se rindieron a sus canciones. Previamente, la fiesta se extendió en el Auditorio desde las 18:30 y hasta casi la media noche con las actuaciones de DJ Eiver, Jacobo Ostos, Kike Puentes y Raúl Ramos y Omar Montes

En la versión Colorfull Water, y por cuarto año consecutivo, los amantes de la música actual, house, dance, electrónica y electro-latina disfrutaron de una jornada llena de ritmo y polvos de colores. Con un cielo encapotado que amenazaba lluvia, los más jóvenes empezaban a llenar el recinto con camisetas blancas y sombreros proporcionados por la concejalía de Igualdad con el lema de “Sin permiso no se toca”.

Pero el blanco de la ropa iba a durar poco, porque con Raúl Ramos tras la mesa de mezclas, las bolsitas de polvos de colores que caracterizan este tipo de festivales iban a empezar a vaciarse para llenar de pigmento a todos los asistentes. Ramos, speaker habitual de estas citas, sería el encargado de abrir la tarde a las 18:30 horas, además de amenizar las transiciones entre DJ’s. El animador de University Party, acompañado de un cuerpo de baile y la mascota del evento, supo ganarse al público entre humo y papelillos.

Poco a poco el espacio central del auditorio se iba llenando y tiñendo de colores, y llegaba el turno de DJ Eiver. El artista nacido en Daimiel pero instalado ahora en Estepona, caldeó el ambiente y alentó a un público que no dudó en corear las canciones más conocidas que el joven lanzó desde su mesa, en sus mezclas de electrónica, reggaetón y alternativo. El daimieleño afirmó que había sido la edición en la que más había disfrutado, siendo éste el tercer año que forma parte del cartel de un evento en el que, entre tanto, se disparó espuma y se disponía de un punto para calarse.

Empezaban a llegar los rostros más conocidos, tocando en segundo lugar a Jacobo Ostos, dedicado íntegramente a su carrera como disc-jockey, hizo vibrar a las alrededor de 2.000 personas que de manera intermitente acudían al Auditorio Municipal. Actual colaborador de Unika FM, no paró de bailar y entregarse en cada mezcla que dedicó a los asistentes daimieleños. El artista se mostró satisfecho y “encantadísimo” de poder estar en Daimiel, con un set que catalogó como “fresco, divertido, actual y que hará bailar a todos” ya que, como reconoció, para un DJ lo más importante “es transmitir y hacer que la gente se lo pase bien”.

Tras él, Kike Puentes tomó el relevo de mesa. El productor y deejay cordobés, especializado en este tipo de citas, pinchó durante cerca de una hora, sin dejarse en el tintero uno de sus temas más conocidos, “Calor de verano”, que entremezcló con canciones más comerciales. Llegado este punto de la noche, a los que seguían al pie del cañón a penas se les distinguían ya colores, que se mezclaban entre sí. Pero la música no cesó en ningún momento, y las ganas de seguir dándolo todo tampoco. No era la primera vez de Puentes en Daimiel, ya que actuó durante la fiesta que se desarrolló en Nochebuena y Nochevieja en la localidad, y en ambas ocasiones ha afirmado sentirse “satisfecho y muy contento con la organización, las instalaciones y el ambiente de Daimiel”.

Se contaban ya cuatro horas de festival cuando subía al escenario entre vítores y gritos el plato fuerte de la noche: Omar Montes. El artista más esperado de la noche hacía acto de presencia rodeado de varios músicos que le acompañaron durante todo el concierto a los coros. Abrió su set list con “Me compré un 47”, uno de sus primeros temas, a los que siguieron otros más recientes como “Pantera”, “Bandida”, “La Vecinita”, o su conocido “Como el agua” que todo el público no dudó en corear y cantar junto a él.

Estoy encantado de estar aquí; toda la gente es muy amable y muy humilde, sólo tengo palabras buenas para todas las personas de Daimie. Omar Montes.

Finalizaba así una fiesta de más de 5 horas para todos los públicos, de música, color y baile que protagonizó la segunda jornada de la Feria y Fiestas de Daimiel.