Niños y niñas de Alcázar de San Juan celebran el Día Internacional de la Infancia creando una charca para anfibios en el Bosque de la Vida

El Bosque de la Vida de Alcázar de San Juan volvió a ser el escenario de una actividad ambiental familiar. Con motivo del Día Internacional de la Infancia, los alcazareños y alcazareñas más pequeños tuvieron la ocasión de crear de cero una charca para anfibios

Sociedad 20 de noviembre de 2021

Se trata de una de las actividades conjuntas entre la Concejalía de Infancia y la de Medio Ambiente de Alcázar de San Juan para conmemorar este Día Internacional que recuerda la aprobación de los derechos de todos los niños y niñas del mundo.

Entre estos derechos, el de crecer en libertad, protegidos por su familia y en un entorno saludable.

Este era uno de los principales objetivos de la actividad desarrollada este 20 de noviembre en el Bosque de la Vida, donde cerca de 25 niños y niñas, acompañados por sus familiares, tuvieron la ocasión de aprender y divertirse creando una charca para anfibios y plantando albardines.

“La línea de nuestras políticas de infancia no es hacer cosas para los niños, sino con los niños”, explicaba la concejala de Infancia, Alba Castellanos, que compartió con los más pequeños esta actividad ambiental.

“Trabajar con ellos para que aprendan sobre su entorno, puedan hacer un seguimiento de sus acciones, al tiempo que colaboran para mejorar la ciudad”.

Charca para Anfibios

Dentro de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (EDUSI), se contemplan este tipo de acciones, encaminadas a la preservación y conservación del medio ambiente.

El Bosque de la Vida será un importante punto de conexión en el corredor verde que conectará el centro urbano de la ciudad con el Complejo Lagunar. Por eso, en los últimos tiempos se está trabajando para dotarlo de vida y hacerlo con los ciudadanos más pequeños.

En los pasados meses, ya se realizaron diferentes plantaciones, se instalaron casas nido para aves y se construyeron muros para reptiles, que ya están habitados.

La nueva acción consistió en preparar el terreno para la construcción de una charca de 500 metros cuadrados, que se dotará de una cantidad mínima de agua, sin superar los 30 cm, para que de forma natural se asienten en ella pequeños anfibios.

Niñas y niñas se encargaron de alimentar la superficie de la balsa con sedimento, traído desde la Laguna de los Carros, que proveerá de nutrientes y alimento a diferentes tipos de sapos y ranas propios de la zona, como el sapo común, el espuela, la ranita meridional o el gallipato.

“La idea es que estos anfibios acudan de forma natural y se asienten en esta charca”, explicaba el concejal de Medio Ambiente, Pablo Pichaco, estimando que la previsión para este asentamiento se producirá en unos meses.

Para la construcción de esta charca, con una base impermeabilizada de PVC y Fibra de vidrio, ha sido necesaria una inversión de 4.921 euros con cargo a Fondos Europeos.