El Ingreso Mínimo Vital es una medida de justicia social

El Ingreso Mínimo Vital siempre ha sido una prioridad política de Izquierda Unida. Estaba en el acuerdo electoral con Podemos y en el pacto de gobierno de coalición, con el compromiso de ponerlo en marcha a lo largo de esta legislatura. Las circunstancias sólo han hecho que se adelante su entrada en vigor

Política 29 de mayo de 2020

El gobierno central presentará el Ingreso Mínimo Vital en el consejo de ministros de hoy, 29 de mayo, y entrará en vigor inmediatamente. Llegará a un millón de hogares, la mitad de ellos con menores a su cargo, entre los que hay 70.000 y 100.000 familias monoparentales. La cuantía de la prestación puede ir desde los 462 euros, para los hogares unipersonales, hasta los 1.015 euros para familias formadas por dos adultos con más de dos menores a su cargo, y será compatible con el cobro de otro tipo de rentas otorgadas por las autonomías.

Según el CIS, 8 de cada 10 españoles apoyan esta medida dirigida a reducir la tasa de pobreza, que es la más alta de los países de nuestro entorno, y a proteger a los más vulnerables. Es una medida que ya funciona con éxito en muchos estados europeos.

El Ingreso Mínimo Vital no es sólo un deber ético ineludible y una medida de justicia social, también es una herramienta para recuperar la economía tras la pandemia, ya que ayudará a que empresas y autónomos sigan facturando. Y, sobre todo el Ingreso Mínimo Vital es una medida que viene para quedarse.

Desde Izquierda Unida estamos trabajando para que el Ingreso Mínimo Vital sea lo más equivalente posible a un salario mínimo interprofesional (SMI), y queremos que, más allá de esta situación de crisis, se convierta en un derecho que se consolide cuando salgamos de esta situación.

Es de todos conocido que hay muchos trabajadores en la economía sumergida, con salarios muy bajos y a los que no les alcanza ninguna de las medidas puestas en marcha por el gobierno de la nación durante la pandemia. Por eso, nos hemos empeñado en sacar adelante una norma que garantice que todas las personas tengan los mínimos ingresos que les permitan sobrevivir y llevar una vida digna. El último informe del BBVA, elaborado a partir de la situación de crisis económica generada por el COVID-19, dice que una economía nunca puede ser sólida con el índice de temporalidad de los contratos de trabajo que tiene nuestro país, siendo ésta una de las causas de la desaparición de millones de puestos de trabajo durante la pandemia.

El Ingreso Mínimo Vital también redundará en el impulso de la actividad económica en general, ya que ese dinero, que irá a personas con penuria laboral o exclusión de derechos, no se va a quedar inmovilizado en entidades financieras, sino que circulará a través de un intercambio por bienes y servicios de primera necesidad, lo que, indirectamente, supondrá una inyección económica para autónomos y empresas.

Coordinadora Local de Izquierda Unida de Alcázar