Las habilidades prácticas adquiridas en el laboratorio son imprescindibles para la formación de los alumnos del IES María Zambrano

El biólogo y educador medioambiental Pablo Pichaco entra habitualmente en los centros de educación para compartir con chavales sus conocimientos y experiencias dentro de los laboratorios y las aulas y así complementar su formación y transmitir el hábito de investigar que tan necesario será en las carreras que estudiarán en un futuro no muy lejano.

Es habitual ver a Pablo Pichaco por los pasillos del instituto de educación secundaria María Zambrano, y en esta ocasión para desarrollar una práctica con alumnos de 1º de bachillerato en la cual han tenido que experimentar en dos jornadas, como afecta el etileno, una hormona que se encuentra en la fruta, a la hora de germinar unas leguminosas, para ello los alumnos han tenido que elegir entre lentejas o judías para plantarlas en unos recipientes con tierra, un total de 20 semillas divididas en dos grupos, uno de los cuales estuvo acompañado de una manzana para el aporte de etileno.

Poder aplicar las estadísticas en casos reales tratados en el laboratorio, nos genera un ambiente real de trabajo y eso nosotros lo valoramos mucho.

Una vez transcurrida la semana desde la plantación, ya se pueden comparar las semillas que han germinado con y sin etileno, y tomar medidas y datos que permitirán elaborar una tabla que permita emitir un juicio y realizar un estudio estadístico de la actividad.

Tanto para profesores como alumnos, es muy positivo que los chavales puedan tener contacto con este tipo de actividades y así adquirir las habilidades prácticas que les permitan trabajar en un laboratorio y tratar la información obtenida de los experimentos realizados, un proceso muy normal en los trabajos de final de carrera que se exigen a los alumnos, por lo que cuanto más habituados estén, menos les costará llevar a cabo dichos trabajos.