El poeta-pintor alcazareño Antonio Fernández Molina, protagonista en la exposición de la Galería de Arte Marmurán

Hasta el 30 de abril, la vanguardista obra del pintor-poeta Antonio Fernández Molina se convierte en protagonista de la galería de Arte Marmurán de Alcázar de San Juan, con una exposición dedicada íntegramente al artista alcazareño que muestra una selección de 22 obras entre óleos y dibujos del pintor postista.

Como ha indicado María Reguillo, autora del libro ‘El universo creativo de Antonio Fernández Molina, “esta exposición es la muestra de los referentes plásticos de Fernández Molina donde podemos destacar la figura del pez, que hace referencia a que es un artista alcazareño porque se remonta a las vivencias que él tiene cuando era niño, que va a un estanque e intenta rescatar a los peces del agua, al intentar meterse lo que hace es acabar metiéndose en el estanque y a partir de ese momento utiliza el pez para rellenar siempre las composiciones de sus pinturas, y habla de su referencia y su etapa infantil”.

Los dibujos son muy energéticos, los hace en muy poco tiempo, lo hablaban muchas de las personas que vivían con él o que iban a tomarse un café, que en cualquier servilleta él dibujaba con tinta los dibujos lo que le salía directamente en el momento.

A este respecto, ha indicado que “la etapa infantil de Molina es muy importante en su obra principalmente porque su obra es testimonial, así lo dice él, de todas sus vivencias y se ve mucho la influencia por ejemplo en los colores, es un artista ingenuo que habla de colores chillones, vivos, muy fantasiosa en algunos aspectos, como cuando él era niño, esas cabezas multiplicadas, esas lunas dobles, cabezas o rostros sueltos, habla un poco de esa etapa infantil de Fernández Molina”.

Su condición como poeta-pintor aprendida del Postismo y el Realismo mágico, convierte su pintura en la fusión de otras disciplinas artísticas como el dibujo, el collage, el cine o el teatro.

En cuanto a los dibujos, puede destacarse que son “muy energéticos, los hace en muy poco tiempo, lo hablaban muchas de las personas que vivían con él o que iban a tomarse un café, que en cualquier servilleta él dibujaba con tinta los dibujos lo que le salía directamente en el momento. Hace mucha referencia al valor ilustrativo que tiene el dibujo para ilustrar y justificar su literatura, que no olvidemos que no es pintor, sino que es un poeta que pinta”, ha subrayado Reguillo.

El artista alcazareño ilustra en su obra sus tradicionales peces, lunas, gallinas o dobles cabezas, un salto a la surrealidad a través del recurso de la inversión, multiplicación y oposición de elementos.

Colores alegres, llamativos y chillones inundan su obra de entusiasmo cromático, fiel reflejo de la imaginación y la fantasía propias de un niño.

Por su parte, el concejal de Cultura en el Ayuntamiento alcazareño, Mariano Cuartero, ha mostrado su agradecimiento al gerente de la exposición ya que, Fernández Molina es un “autor que a veces ha pasado desapercibido”. Especialmente le ha felicitado porque predomina “la calidad de Antonio Fernández Molina y su visión en la que el arte rompía las barreras académicas, ese era el poeta-pintor en extensión”.

Un poeta y escritor que desde sus inicios encontró en los experimentos vanguardistas y en los juegos artísticos, un estímulo para su obra. Soledad e inestabilidad emocional a la que condena el mundo moderno con un progreso espiritual y material de la humanidad y la desintegración de la conciencia.