El sector olivarero perderá cerca del 30% de su producción de aceituna por los temporales

Filomena y los vientos que han venido después han perjudicado notablemente al olivar, que se encontraba en plena campaña de recogida. Tan sólo las producciones ecológicas, que se recogieron entre octubre y diciembre, se han librado de la quema. El temporal ocasionará en Castilla-La Mancha una merma de aceituna cercana al 20% o 30% así como la pérdida de calidad de los aceites elaborados en 2021, con una menor producción de virgen extra.  manchamedia.com se acercó a las instalaciones de Aceites García de la Cruz, en Madridejos, para conocer la actualidad de este sector 

El Campo 24 de enero de 2020

Ramas rotas y los frutos esparcidos por la tierra encharcada. Así se encuentran los olivos manchegos que han sufrido el embate de Filomena.  La borrasca pilló a un gran número de agricultores en mitad de la recogida de aceituna. Una campaña que no podrán retomar hasta dentro de unos días, cuando termine el deshielo y el suelo filtre el agua. Los efectos de las nevadas, los vientos de Hortense que han llegado después a más de 90 Km/h y el retraso en la recolección perjudicarán, no sólo a la cantidad de producción, sino especialmente a la calidad del producto final, el preciado aceite de oliva virgen extra.

Rubén Gómez, responsable de explotaciones agrarias de Aceites García de la Cruz de Madridejos, calcula que se puede perder entre un 20% y un 30% de la producción de aceituna y que habrá que esperar a primavera para ver los daños reales que los temporales han ocasionado al olivo. “En marzo o abril podremos valorar los daños. El olivo tradicional estará menos afectado, pero las nuevas plantaciones puede que no den fruto en unos años, si se han helado las yemas, o incluso que mueran las plantas”.

García de la Cruz es una empresa familiar que lleva 145 años elaborando aceite de oliva virgen extra, principalmente de la variedad cornicabra. Su producción media anual es de unos 8 millones de kilos de aceituna que se convierten en 1,5 millones de kilos de aceite. Cuentan con una amplia gama de productos, más de 50 referencias, que exportan a más de 40 países del mundo, en los cinco continentes.

La empresa cuenta con olivares propios –que recoge de forma temprana y cuya producción no se ha visto afectada por el temporal- pero también moltura y transforma aceitunas de agricultores de nueve poblaciones de la comarca de Madridejos. “Falta por recolectar un 40% de la producción de aceituna y probablemente se recupere menos de la mitad y el fruto habrá sufrido una merma en la calidad. Todo lo que se recoja a partir de ahora no servirá para la fabricación de aceite de oliva virgen extra, sólo para aceites lampantes”, explica el Director de Operaciones de García de la Cruz, Miguel Ángel Rodríguez.

Los aceites lampantes son demasiado ácidos y no aptos para el consumo, por lo que necesitan pasar por un proceso de refinado. Esta merma en la calidad hará que en 2021 haya menos producción de aceite de oliva virgen extra en las autonomías afectadas por las heladas, como es el caso de Castilla La Mancha. Un hecho que afectará tanto al precio final del producto -que será más elevado- como a las exportaciones, ya que habrá menos stock disponible. Aun así, desde García de la Cruz prefieren ser optimistas y pensar que se llegará a una regulación del mercado, en la que la subida del precio del oro líquido no afecte en demasía a los consumidores y los productores puedan compensar las pérdidas.

Para evitar este tipo de catástrofes y homogeneizar la producción media anual de aceituna, García de la Cruz recomienda adelantar la recolección, entre octubre y diciembre, como vienen haciendo ellos desde hace diez años con sus olivares