El curso escolar comienza con normalidad en todos los colegios salvo el San Isidro que lo hace entre barracones

Será una situación circunstancial por las obras de remodelación del colegio público que, previsiblemente, tendrán una duración breve entre tanto se dotan los nuevos aularios del correspondiente equipamiento

El curso escolar ha comenzado en Daimiel como en el resto de la región con los momentos habituales del primer día de curso: despistes, retrasos o nervios que han convivido con el ánimo de volver a ver a compañeros de clase y retomar la normalidad propia de la enseñanza, tanto para alumnos y profesores como para los propios padres y madres. En el municipio son seis colegios (San Isidro, Calatrava, Albuera, La Espinosa, Infante Don Felipe y Las Pastoras) lo que se traduce en 1.625 alumnos que han iniciado las clases. Apenas incidencias, a excepción de la novedad en el colegio San Isidro donde casi la mayoría de los alumnos de Educación Primaria ocupan el nuevo aulario en este curso, dando por finalizada la segunda fase de la reforma integral de este centro educativo público.

Precisamente hasta allí se trasladó este lunes el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, para conocer el transcurso de esa primera jornada lectiva y los avances de la instalación. Sierra urgió a la dirección provincial de Educación a que disponga cuanto antes el equipamiento necesario para amueblar las aulas pendientes de equipar, para evitar retrasos y normalizar la actividad de las clases en sus nuevas ubicaciones.

El primer edil valoró la remodelación ejecutada y apeló a la paciencia en la comunidad educativa durante el periodo de convivencia entre las obras y la enseñanza. A su juicio, un edificio nuevo hubiese evitado las incomodidades de esta rehabilitación iniciada hace dos años. Sin embargo, reconoció la calidad de la última actuación de renovación del edificio realizada en el colegio.

En esa dinámica de funcionamiento, el alumnado de 1º y 2º curso de Educación Primaria ha comenzado ya en el nuevo aulario, (planta baja) y los de 3º, 4º, 5º y 6º lo hacen en el edificio antiguo (céntrico) hasta que se reciba el nuevo mobiliario para dotar las recientes aulas, momento en el que serán trasladados también. Una circunstancia que se espera quede solventada en una semana.

Barracones

Una vez terminada esta fase comenzará la tercera y última, consistente en la reforma del edificio más antiguo, donde se ubicarán los espacios comunes: Biblioteca, sala de psicomotricidad, despachos y sala de profesores como dependencias principales. Rocío Rubio.

Asimismo, se han instalado unos barracones de forma provisional para ubicar a un grupo de alumnos y alumnas, los de 6º, ya que al haber siete unidades de Educación Primaria y solo tener seis aulas el nuevo aulario, se adoptó esta medida. Los despachos también se encontrarán en la misma situación, en estos contenedores. No obstante, comenta Rubio, los barracones están totalmente equipados con todo lo necesario para impartir docencia, y cuentan con calefacción y aire acondicionado.

La entrada del alumnado se efectúa por calle Virgen de Guadalupe. Durante el periodo de la obra, que terminará previsiblemente en el mes de febrero, la zona de recreo será la pista polideportiva para todos los cursos (de 1º a 6º) por lo que se prescindirán de balones de fútbol por motivos de seguridad hacia los más pequeños.

La directora insistió en que la maquinaria y trabajos de albañilería están totalmente separados por una valla, de tal manera que es inaccesible para los estudiantes. Desde la dirección del centro, se sumaban al mensaje del alcalde, y también solicitaban paciencia por las molestias que la obra puedan ocasionar, siendo necesaria la colaboración de toda la comunidad educativa.

De esta forma se inicia el curso con 50 alumnos de Infantil, 139 de Primaria y 5 más de Educación Especial, con la esperanza de ver instaurada cuanto antes la regularidad en una, aunque privada de gimnasio, completa instalación cuya inversión se anunció en 1,8 millones de euros.