El Carnavalcázar 2021 dijo adiós cumpliendo la tradición de quemar a Doña Sardina en la hoguera

El único Carnaval del año 2021, el de Alcázar de San Juan, terminó con las cenizas de peleles y sardina, tras ser quemados en la hoguera, como manda la tradición y esperando que este ritual de renovación se lleve todo lo malo de la pandemia

Sociedad 28 de diciembre de 2021

Doña Sardina murió en 2021 por no poder pagar la factura de la luz. Una sátira que, un año más, el ‘Mono sin Pelo’ incluyó en el responso de Doña Sardina, llevada por su cortejo desde la Casa de la Cultura hasta la Plaza de Toros, donde fue quemada en la hoguera junto a los peleles.

En el camino, no faltaron los lloros y gritos de las plañideras, ni el reparto del dulce alcazareño más típico, las tortas de Alcázar; eso sí, con forma de sardina y pintadas de chocolate.

De esta forma, como manda la tradición, en el Día de los Inocentes, acabó con fuego el Carnavalcázar.

La tradición del entierro de la sardina, aunque no aparecía en los inicios del Carnaval de invierno alcazareño, se incorporó en los años 80 del pasado siglo XX, al igual que la cuelga de peleles y otras actividades, para dar más vistosidad a una fiesta que, en la actualidad, tiene la denominación como Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Una actividad que marca el final de la fiesta y que ha ido moldeándose con el tiempo; desde los míticos concursos de responsos y epitafios -hoy reflejados en el libro de condolencias en el que escribe el público que asiste durante la mañana al duelo de la finada- hasta los actuales corros de mesas camillas. Tal fue la importancia que, hace años, adquirió el día del entierro de la sardina, que el 28 de diciembre se convirtió en fiesta local. 

Aunque la forma de celebrar este día ha ido variando,  Doña Sardina siempre ha desfilado acompañada de dolientes y cortejo. Hoy, los dolientes son familiares directos, unos pescados muy carnavaleros que lloran a su parienta. Detrás, el cortejo de autoridades, en el que no faltan alcaldesa y concejales, llorando el final de la fiesta más típica y singular de Alcázar de San Juan.

Y el final inevitable, la cremación en la hoguera de la sardina junto a los peleles del Carnaval. Un ritual que simboliza la renovación de la ilusión para iniciar un nuevo ciclo.

Un rito que, en 2021, encerró más simbolismo que nunca, ya que el deseo de muchas alcazareñas y alcazareños -incluida la alcaldesa, Rosa Melchor- es que el fuego “se lleve de una vez por todas la pandemia y lo mal que lo hemos pasado en los últimos años”.