COMPLEJO PALACIAL DEL GRAN PRIOR

En los alrededores de Santa María se localizan los más importantes vestigios del pasado medieval de Alcázar. En el 935 Alcázar (Qasr Banu Atiyya, en árabe) forma parte de la Taifa de Toledo. Tras la conquista de los campos de la Mancha, los reyes cristianos van a conceder tierras y privilegios a las Órdenes Militares para que se hagan cargo de la repoblación y cristianización de la zona de la frontera. La antigua alcazaba árabe será el embrión de la villa sanjuanista. Esta ciudad tuvo un recinto amurallado del que solo queda el torreón del Gran Prior, el cubillo y la Capilla de Palacio.

La antigua Capilla de San Juan Bautista fue construida en el siglo XVI. A lo largo de la historia ha servido de cárcel, cementerio, museo y capilla. Actualmente cuenta con una parte expositiva sobre el antiguo conjunto palacial. Desde aquí también se accede a los yacimientos arqueológicos romanos.

El Cubillo es un resto de la antigua muralla que rodeaba Alcázar antes de la llegada de la Orden de San Juan. Muestra los restos de una torre semielíptica cubierta por una bóveda de crucería. Con su restauración, el cubillo pasó a acoger una pila bautismal, así como varios paneles explicativos que describen la historia de Alcázar de San Juan y su tradición cervantina fruto de su reivindicación como cuna de Miguel de Cervantes.

El Torreón de Don Juan José de Austria fue construido en 1237. Es una torre almohade de planta cuadrangular con tres alturas a las que se accede mediante una escalera de caracol. Forma parte de lo que fue el palacio de los Grandes Priores de Castilla y León de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta.
Hoy es un Espacio Museográfico de los Caballeros Hospitalarios, y cuenta la historia de aquellos caballeros que un día lo habitaron y dominaron esta tierra.