BRASERÍA EL RODAL

Situado en la calle Salamanca, la Brasería el Rodal comenzó su andadura en los años ochenta cuando su gerente, Miguel Ángel Romero, decidió crear un proyecto muy personal de hostelería donde poder disfrutar de la comida, de sus clientes y de un lugar con encanto y personalidad propia.

El restaurante surgió de las propias manos de su gerente, a quien su inquietud y sus ganas de emprendimiento empresarial, le llevaron a convertir un antiguo solar de sus padres en un local único y original.

En febrero de 1984 abría, por primera vez, sus puertas un lugar popular al que la gente iba a cenar carne durante los fines de semana. Durante los primeros cuatro años solo funcionaba una zona con barra y mesas y, en verano, se acondicionaba un patio para que la gente disfrutase de un lugar más fresco.

La armonía y el equilibrio de sus materiales, junto a la presencia de la vegetación y amplios espacios de luz natural han hecho que, poco a poco, el local se adapte a la demanda y las necesidades de sus clientes.

El Rodal dispone de una amplia carta en la que se recogen hasta dieciocho tipos diferentes de carnes a la brasa, hechas con carbón vegetal, como el lomo de novillo argentino, buey o pollo a la brasa, y alrededor de sesenta referencias de diferentes platos típicos manchegos entre los que cabe destacar el machacón, la pipirrana, la tortilla de patatas y calabacín, el salteado de habas con alcachofas y crujiente de jamón o las setas al roquefort.

Un lugar en el que compartir conversaciones y diferentes gustos culinarios se convierte en el objetivo principal para el disfrute de su clientela, a través de una cocina conocida en toda la comarca.