La naturaleza, ajena a la pandemia que nos asola en estos tiempos, sigue su curso en el Complejo Lagunar de Alcázar de San Juan

Las aves aprovechan nuestros humedales para traer a sus crías al mundo en un entorno perfecto donde la vida se abre paso ajena a los humanos

Sociedad 30 de abril de 2020

Desde cualquier observatorio, en un silencio roto sólo por el despertar de las especies que habitan el entorno natural de Alcázar de San Juan podemos

avistar aves difíciles de encontrar en ninguna otra parte.

La comunidad de aves acuáticas es sin duda la más importante a nivel faunístico del complejo lagunar y a lo largo del año pueden observarse la Focha común, Pato colorado, Flamencos, el Tarro blanco, el Zampullín cuellinegro, el Calamón o el Ánade Real entre otros.

Ánade Friso

Especies como los patos, requieren una mayor cobertura, que en nuestras lagunas viene dada por la vegetación palustre. Es el caso del Ánade Friso que con el espejuelo en sus plumas es más pequeño que en el Ánade azulón, y es más conocido como “terrón de azúcar”. Cría en humedales de aguas dulces, por lo que abandonará Alcázar cuando la salinidad de la laguna de La Veguilla vaya subiendo conforme lo hagan las temperaturas y el agua se vaya evaporando.

Pato colorado

El Pato colorado es un ánade bastante grande de hábitos vegetarianos, el macho presenta un pico color coral y una cabeza rojizo amarillenta muy característica. La hembra, con un plumaje más apagado utiliza el carrizo del entorno de La Veguilla para nidificar. Es el pato de La Mancha por antonomasia, siendo ésta donde más parejas reproductoras se concentran, siendo además el símbolo de las Tablas de Daimiel.

Ánade Real

También podemos encontrar al Ánade Real, es el pato más común en el mundo circunstancia que no le resta un ápice de belleza. En las alas, tanto el macho como la hembra tienen una serie de plumas de un intenso color azul llamado espejuelo. De ellos proceden los patos de color blanco, puestos de moda en la Francia del Rey Sol. Son frecuentes en el Parque Alces y viven en aguas que en ocasiones pueden estar contaminadas.

Porrón europeo

Podemos encontrar especies buceadoras que se zambullen para captar el alimento, como el Porrón europeo, con su cabeza marrón en el caso de los machos, tiene un pico que presenta una banda grisácea característica y un dorso muy pálido, que a distancia nos permite distinguirlo del pato colorado.

Zampullín cuellinegro

Otro que hacen honor a su nombre y no para de zambullirse con un comportamiento nervioso, es el Zampullín cuellinegro , que posee un característico mechón auricular que rodea sus ojos de un intenso color rojo. Se zambulle hasta el fondo de la laguna, y en su dieta tiene pequeños crustáceos que les confieren resistencia a humedales contaminados a través de pigmentos que almacenan en su cuerpo y evitan alteraciones celulares.

Zampullín chico

Bastante más tímido que su primo el cuellinegro, el Zampullín chico se caracteriza por su color castaño y la comisura amarilla en su pico. Con algo de paciencia, podremos disfrutar de ellos en el observatorio cercano al centro de interpretación de La Veguilla.

Calamón

Una especie huidiza y difícil de ver es el Calamón, con una envergadura de un metro, se caracteriza por un color azul intenso en su plumaje y un pico con un escudo prominente de color carmesí. Posee unas largas patas, adaptadas a romper brotes tiernos de carrizo y a moverse a través de ellos, pero que no le impiden ser un buen nadador pese a no poseer membranas que le faciliten el desplazamiento. En los años 60 la roturación de muchos humedales en el país hizo peligrar sus poblaciones. En Alcázar no falta a la cita anual en La Veguilla o en la Junta de los Ríos.

Aguilucho lagunero

Entre las aves que divisan el alimento en vuelo, podemos distinguir al Aguilucho lagunero, imponente rapaz que cría en el carrizo de La Veguilla. Macho y hembra tienen plumajes bien diferenciados y son espectaculares sus cortejos y sus vuelos alrededor de la laguna, distribuyendo el espacio de cría dado que son especialmente territoriales.

Focha común

La estructura de la vegetación es fundamental para las diversas especies de aves que nidifican en nuestras lagunas. Así por ejemplo, las zonas de pastizales inundables de las orillas, son utilizadas en época de cría por aquellas especies de aves que necesitan escasa cobertura vegetal, como la Focha común, más emparentada con las gallinas que con los patos, este rállido es una de las especies más comunes en humedales poco salinos. Posee un plumaje negro cenizo y un pico blanco que le continua por la cabeza y forma lo que se denomina un escudete. Son aves muy territoriales, y las podemos ver con frecuencia peleando tanto entre ellas como con otras especies.

Flamenco común

Las aguas someras y extensas playas de limo formadas en los márgenes de las lagunas favorecen la presencia de numerosas especies limícolas y aves zancudas, perfectamente adaptadas a la adquisición de alimento en estas zonas como el Flamenco común, un ave esbelta que puede llegar a vivir 40 años. En Alcázar se conocían como dorales o cagarzos y con una frecuencia cada vez mayor en nuestros humedales, podemos disfrutar de de ese color rosado que despliegan, consecuencia de los pigmentos de los pequeños invertebrados que consumen al filtrar agua del fondo del humedal. Más de la mitad de los flamencos que vemos en La Mancha proceden de la laguna malagueña de Fuente de Piedra.

Cigüeña blanca

Muy común es ver a la Cigüeña blanca, un ave emblemática que cría en nidos en puntos altos y comparte pareja durante toda su vida. Son aves migratorias que vuelven por el mes de febrero y ya lo dice el refrán: “Por San Blas, las cigüeñas verás. Y si no las vieres, año de vienes”. Los mayores de los pueblos predecían inviernos duros si veían a las cigüeñas arrojabar a las crías de los nidos, ante la imposibilidad de asegurar su crianza en previsión de condiciones adversas.

Cigüeñuela

Otra de las aves zancudas es la Cigüeñuela que con su fino pico se alimenta escarbando el fondo, las orillas de las lagunas y el carrizo. El macho y la hembra cuando son ejemplares adultos pueden diferenciarse por el color oscuro de la cabeza del macho.

Un sin fin de aves que aprovechan nuestros humedales para traer a sus crías al mundo en un entorno perfecto donde la vida se abre paso ajena a los humanos.