Argamasilla de Alba hace entrega de la Virgen de Peñarroya al pueblo de La Solana

Por segundo año, y motivado por la pandemia, el acto de traspaso de la imagen se realizó sin la tradicional romería y a puerta cerrada

Sociedad 12 de septiembre de 2021

Ayer sábado, 11 de septiembre, el pueblo de Argamasilla de Alba, a través de la Cofradía de la Virgen, ha entregado, en la ermita del castillo de Peñarroya, la imagen de la Virgen de Peñarroya al pueblo de La Solana, de quien también es patrona. Un acto que por segundo año se ha realizado a puerta cerrada, por las limitaciones de aforo de la ermita, y sin la tradicional romería que con este motivo realizaban ambos municipios.

Un traspaso del que han sido testigos, por parte de Argamasilla de Alba: el alcalde, Pedro Ángel Jiménez; la concejala de Festejos, Alba Hilario; el concejal de Cultura, José Antonio Navarro; el párroco local, Ángel Moreno, junto a los miembros de la cofradía y su máximo representante, Cristóbal Jiménez; mientras que por parte de la localidad de La Solana asistió su nuevo alcalde, Eulalio Díaz; el concejal de Cultura y Festejos, Luis Romero de Ávila; el párroco, Benjamín Rey, y varios miembros de la cofradía solanera, con su presidenta, Rosa Sánchez, al frente.

Como marca la tradición, el primer sábado después del primer domingo de septiembre, tras permanecer en la localidad de Argamasilla de Alba desde el mes de abril, la virgen es trasladada hasta su ermita donde la cofradía argamasillera la entrega a la cofradía de La Solana. Al día siguiente, el pueblo de La Solana la traslada hasta su localidad, donde permanecerá hasta mediados del mes de enero, que regresará de nuevo a su ermita.

Este es un sencillo acto, el cual abrió el párroco de Argamasilla de Alba rezando a la Virgen, dando paso posteriormente al canto del himno que el pueblo argamasillero dedica a su patrona. Seguidamente, los representantes de La Solana interpretaron su himno a la patrona, finalizando con vivas a la virgen, a su hijo y a los pueblos que la veneran.

A consecuencia de la pandemia, la entrega tan solo pudo contar con la participación de los miembros de las hermandades y las autoridades religiosas, políticas y de los cuerpos de seguridad locales y del Estado.