Reducción de grupos de niños, limitación de aforo y mascarilla obligatoria en una ilusionante Primera Comunión que dejará anecdóticas imágenes

Suspendidas desde el mes de mayo, llega por fin la celebración de la Primera Comunión que para muchos niños supone una gran felicidad y un día de encuentro con amigos y familia

Sociedad 4 de septiembre de 2020

Bajo las circunstancias excepcionales en las que aún nos encontramos, las comuniones se han readaptado acorde a las medidas impuestas tanto por el Ministerio de Sanidad como por la Delegación Provincial que hace dos semanas imponía medidas especiales a Alcázar de San Juan, medidas que afectan sobre todo al aforo de los lugares de culto, y que dejarán una curiosa imagen con los niños portando la mascarilla en el altar mayor.

La Parroquia de San Rafael llevará a cabo las comuniones los dos primeros fines de semana de septiembre y el último, a la espera de recibir las últimas instrucciones que se darán a lo largo de este viernes. La preocupación de las familias se combina con la ilusión de los niños en un día tan especial como es el de su Primera Comunión.

Una celebración que dejará anecdóticas imágenes

Como indica el sacerdote de la parroquia alcazareña, Álvaro Mohedano, “intentamos que para los chicos sea una celebración especial pero es verdad que hay cosas que tenemos que asumirlas de otra manera, como el uso de mascarillas o la limitación del aforo, pero vamos a intentar que sea una fiesta alegre para los niños”.

Entre algunas de las medidas que se han tomado en la parroquia está la reducción de grupos, esto ha llevado a ampliar el número de celebraciones que pasan de cuatro a seis y que tendrán lugar los sábados y domingos a las 12:00h.

Los niños deberán llevar la mascarilla durante toda la ceremonia excepto en el momento de la lectura y en la toma de la Primera Comunión, que además se entregará en la mano.

A pesar de todo ello, como señala Álvaro, “los chicos están ilusionados después de cuatro año preparándose, para ellos es un gran día”, además se suma el reencuentro con sus compañeros y amigos, una oportunidad siempre emotiva y educadora.

Un gran día para este grupo de niños que a partir de este sábado culminarán sus ensayos y pondrán fin a unos nervios que les llevan acompañando desde que en el mes de mayo, vieran truncadas sus esperanzas de celebrar y aceptar al fin a Cristo en sus vidas.